DE CONCIERTOS Y OTRAS AVENTURAS

Antes de que marzo se acabe, aquí estoy reviviendo luego de dos meses casi. Los lectores locochones que viven en Colombia, sabrán que el pasado 12 de marzo tuvo lugar uno de los eventos que yo creía más importantes del año, El Festival Estéreo Picnic, seguido inmediatamente de otro concierto de locos, el de Manu Chao.

Pues bien, como algunos de ustedes podrán adivinar, yo fui a esas dos cosas y contrario a lo que pueden pensar, no voy a escribir para contarles lo espectacular que fue uno o el otro… Aunque sí uno lo fue más que el otro.

Voy a dividir mis experiencias en cada uno en dos post diferentes, así que aquí va la primera parte, léanla e indígnense que la segunda ya viene en camino :)

WOULD YOU FIGHT FOR MY LOVE?



Unos meses atrás, salieron los artistas invitados al Festival y vi que Jack White estaba entre ellos, y bueno, tomé la decisión de ir solo por él... ¡No podía perderme de eso! Tiempo después publicaron la programación y claro, el jueves 12 de marzo de 2015 se convirtió en ese día tan esperado para mí.

Como todo en mi vida, esperé hasta lo último para conseguir las entradas (la de Félix y la mía)… Hablé con una y otra persona, coticé, negocié, separé y cuando ya había hecho un trato, ¡tomaaa! La vida me recompensó por ser tan groupie, ¡me gané una entrada para el jueves del Festival! Voy a contarles eso rápido. El martes previo al show de Jack White, a la universidad fue una van promocionando el Festival; hicieron concursos para ganarse mercancía que tenían en stock y ese tipo de cosas, y claro, no podía faltar el concurso por la boleta. Se trataba de una máquina tragamonedas, la idea era sacar en cada sección el árbol que identifica el Estéreo Picnic y pues, ajá, ¡YO LOS SAQUÉ Y GANÉ! Grité mucho y abracé a cuanta persona se me cruzó por el frente. Teníamos tres boletas y éramos dos personas, la respuesta era simple, vendimos una de las boletas y recuperamos la mitad de la inversión… Todo iba al pelo.



Llegó el taaaan esperado 12 de marzo, y luego de terminar las clases, muchas cervezas y un largo camino lleno de mareos y algo de rabietas, llegamos al lugar. Arribamos a penas para ver a Jack White, corrimos mucho y seguramente empujamos a una que otra persona, pero ahí estaba él, con ese extraño copete que tiene ahora y su guitarra, además de unos cuantos años y kilitos encima. Lazaretto estaba sonando y enloquecimos… A medida que pasaba el tiempo y White tocaba una y otra canción, nos dimos cuenta de algo anormal, nadie estaba bailando, ¡es más! Lo único que lográbamos ver era una masa unificada que movía la cabeza para arriba y para abajo… ¡Por dios, tenían a Jack White al frente! ¡¿En verdad lo único que se les ocurría hacer era mover la cabeza?! Joder, yo creo que incluso en ese ambiente de anormalidad, resultamos nosotros ser los no normales. Jack terminó luego de un rato con Seven Nation Army, ¡ahí sí fueron capaces de moverse un poquito! ¡Claro, era lo que todo el mundo conocía! ¿Acaso si una canción no es conocida se le priva el derecho de ser gozada? Desgraciados.

Comimos pizza y fuimos a ver a Skrillex… A mí no me gusta para nada la cosa loca y artificial que el sujeto hace y es mal llamada (a mi parecer) música, pero ya entrados en gastos pues qué más daba… El panorama era el mismo, gente parada moviendo la cabeza de arriba para abajo viendo a un tipo en un computador. En Designer Drugs la cosa no varió mucho, solo que en lugar de un tipo en el computador, eran dos (¿o tres?), Félix empezó a bailar (sigo sin saber cómo la logró, después de semejante ajetreo) y yo… Pues yo de verlo, empecé a moverme al menos un poquito más que el resto de los espectadores (la cosa es que si yo no siento la música, no bailo, y pues como esa joda no me gusta, nada que hacer). Así de a poquitos, la gente que estaba alrededor nuestro empezó a bailar, hasta que decidimos irnos porque yo ya no podía del sueño y sinceramente no estaba para nada emocionada con eso.

Días después vi en Facebook un montón de contenidos estúpidos referentes al Festival, cosas como looks recomendados, accesorios, el parche de amigos, etc. Hubo algo que me dejó sin palabras, la revista Shock publicó un vídeo en el que entrevistaba a la gente acerca de los artistas que iban a ver… La pregunta era algo como “De los artistas invitados a quién prefiere ¿The Lumbers o Arcade Fire?” Cabe aclarar para quienes no saben nada al respecto de los artistas que fueron al evento, que The Lumbers es una banda que no existe y Arcade Fire nunca vino… Las respuestas son verdaderamente… ¡Mejor vean!


Ahora bien, la cosa es que alrededor del Estéreo Picnic se ha creado un estilo de vida y un comportamiento derivado de los contenidos que se comparten por medio de Internet. Díganme si es mentira, pero Tumblr, Pinterest ,Instagram, Facebook, Twitter y otras redes, a través de los últimos 6 años más o menos, se han encargado de tejer toda una red de “alternativismo ideal” que enlaza códigos de vestimenta, alimentación, objetos, estéticas, actitudes, etc., alrededor de la música alternativa… Casi como si una cosa dependiera de la otra… El Estéreo Picnic por su naturaleza no se escapa de esos hilos, a pesar de que para mí como Festival es una cosa grandiosa, mi problema recae en el punto en el que “la gente alternativa va a festivales alternativos” sin importar ni siquiera quiénes sean los“alternativos” que se presentan.

El vídeo es un claro ejemplo de lo que les digo, un montón de personas más preocupadas por sus pintas que por los artistas que van a ver… Y además querer hacerse pasar por conocedores absolutos del campo, triste. Mi consejo es que si van a gastarse un montón de plata para asistir a este tipo de cosas, al menos vayan y gócenselo, sino conocen a algunos de los artistas que van, ¡qué importa! Disfruten de la música y conozcan, no se queden parados moviendo la cabeza para arriba y para abajo porfavor... Que no se siga diciendo que “sólo consumimos lo que nos ofrecen los medios masivos y los contenidos virales efímeros con sus tres y medio minutos de fama que opacan una presentación de hora y media y la vuelve inapetente”. Ya lo he dicho antes, ¿de qué sirve la música sino es para despelucarse (en cualquier sentido)?

Además, frescos que para tomarse fotos con amigos y pintas raras (o más bien, sus disfraces), parques es lo que hay.