¿POR QUÉ JE SUIS CHARLIE?



“Je Seus Charlie” (Yo soy Charlie, en español) es la consigna. Pero, ¿quién carajos es Charlie? Pues bien supongo que esa era la pregunta que muchos nos hicimos ayer cuando noticias sobre un atentado terrorista en París comenzaron a inundar Internet y demás medios de comunicación. Yo hice la tarea e investigué. Charlie Hebdo, es una revista de humor izquierdista creada en 1969, en la que se publican viñetas satíricas contra extremistas políticos y religiosos. Famosa en los últimos años por divulgar una serie de atrevidas parodias acerca del Islam y su profeta Mahoma, y por las cuales sufrieron un par de ataques en 2011 y 2012.

¿Se trata entonces de la crónica de una muerte anunciada? El día de ayer, 7 de enero de 2015, la sede de la revista fue blanco de un tiroteo que tres hombres armados (extremistas islámicos) efectuaron, dejando doce muertos y cuatro heridos graves. Entre las víctimas se encuentra el periodista, dibujante y director de Charlie Hebdo, 'Charb', y otros tres de los principales dibujantes del semanario satírico francés: 'Cabu', 'Tignous' y 'Wolinski'. Además, dos policías. Al final de la masacre, en un estado de euforia los extremistas gritaron, “¡hemos vengado al profeta!”.

Las caricaturas de Charlie Hedbo lejos de solo satirizar, también denigraron al pueblo del Medio Oriente, cargando sus contenidos de estereotipos y odios que simplemente nos refuerzan ese imaginario en el que los musulmanes son los malos del paseo. Entonces, ¿hasta dónde la libertad de expresión nos permite burlarnos del otro? Salman Rushdie, resalta "Las religiones, como todas las otras ideas, merecen críticas, sátiras y sí, nuestra falta de respeto sin miedo". Yo discrepo, como con toda libertad (y cayendo un poco en la repetición), ésta termina justo donde empieza la del otro. Sin embargo, ese tipo de manifestaciones son expresión libre (nos guste o no), y podrán ser criticadas, no ser compartidas, ¡lo que quieran! Pero todo “dentro de la sana lógica de la discrepancia intelectual”, así que sí, también difiero con aquellos que enuncian que Charlie Hedbo lo tenía merecido por meterse en aguas peligrosas.

Se dice mucho por ahí que ellos sabían que eso podía pasar y que aun así siguieron con sus publicaciones, que ellos se lo buscaron, que quién les manda, que tome pa’ que lleve. ¿En serio? ¿Tome pa’ que lleve? Nada en el mundo debería justificar la muerte (excepto aquellos que se meten con los niños, hijos de puta, pero eso ya es otro debate) y mucho menos viñetas, portadas polémicas, satirizaciones, opiniones, críticas, etc., es solo la libertad de expresión.

Esto no se trata de buscar culpables, si fuera así tendríamos que ahondar muchísimo más que en un simple atentado por irrespeto a creencias religiosas y censura de la libre expresión (¡ojo! Sin menospreciar lo acontecido). Europa por más “liberal” que sea, en sí misma es un continente que tiende hacia la xenofobia, un claro ejemplo de ello son las más recientes manifestaciones que se han hecho en Dresde en contra "la islamización" en Alemania. También estamos viendo la barbarie que el Estado Islámico está haciendo, pero en ambos casos, solo miramos hacia otro lado. No analizamos ahora ni causas ni porqués, solo condenamos y condenamos, incluso llegando a ser hipócritas, un día diciendo “malditos alemanes, ya empezaron con su nazismo” y al otro “malditos musulmanes, que los devuelvan a su Medio Oriente”.

Ni nuestra patria se ha salvado de este rollo. Quienes me han leído saben que yo defiendo a toda costa la idea de que hay que luchar por una causa, sea cual sea. Pues bien, para mi sorpresa me he encontrado con comentarios que juzgan horriblemente a quienes nos solidarizamos con los afectados por el atentado. “¿Por qué no se preocupa cada quién por los problemas de su país más bien?” ¡Ay por favor! ¿Acaso no se dan cuenta que eso también podría ocurrir aquí? (O bueno, ya ha ocurrido de hecho). En Colombia hay un sin número de caricaturistas que también hacen crítica, y aunque aquí no sea tan fuerte como en París, la oposición hacia el mal gobierno, la corrupción, la injusticia social, el narcotráfico etc., siempre han estado presentes, ¿no tendrían muchos de ellos que temer también? Bueno sí Laura es verdad, pero aquí también tenemos gente muriendo de hambre, campesinos desplazados, etc., y nadie hace nada, primero preocúpese por su país. Aunque yo considero que no me he hecho la de las gafas con lo que sucede en mi entorno, ¿será que la preocupación no me alcanza para que me importe el resto del mundo también? Todos aquellos que defienden esta posición (y discúlpenme si caigo en la generalización), ¿dónde estaban en las elecciones presidenciales, por ejemplo? ¡Claro! ¡Alistándose para el mundial de fútbol! Si todo un mundo se va a unir por una causa, prefiero que sea una que esté en contra del terrorismo y no solo por un partido.

Volviendo al cuento, los extremistas islámicos no solo hirieron la libertad de expresión, sino también asesinaron a sangre fría a periodistas y policías (que a propósito, su único pecado fue defender a la población civil). “Se podrá discutir lo acertado o no de satirizar una religión, un credo, unas ideas o lo que sea. Se podrá hacerlo desde nuestros ojos en la vieja Europa, cuna de libertad y tolerancia. Pero que la consecuencia sea el asesinato, la amenaza, el miedo, el terror, es otra cuestión.” Una cuestión que condeno fuertemente, ninguna sátira merece ese precio ni nadie está legitimado a cobrarlo.

Je suis Charlie no porque apoye la naturaleza de sus contenidos, sino porque puedo escribir y puedo dibujar lo que se me dé la gana, puedo solidarizarme con lo que yo quiero porque para mí la consigna es “luchar por una causa, sea la que sea” y sí esta vez la causa es en contra del terrorismo, pues aquí estoy. A la final lo que importa es que no miremos hacia otro lado, que no seamos indiferentes, hacerle frente a los violentos y sobretodo, el respeto a los derechos de los demás… La dignidad humana.

"Vive la liberté" #JeSuisCharlie #CharlieHebdo