HISTORIAS ENTRE LA REALIDAD Y LA MAGIA

¡Hola mis lectores locochones! Después de una ausencia de unas tres semanas (y por la cual me disculpo con ustedes), el día de hoy queridos míos, vengo con una recomendación muy muy linda, que me emociona demasiado y hasta me hace saltar el corazón de tanto amor que me despierta. 

Bueno para empezar debo decirles que mi interés especial por lo que les voy a hablar tiene sus cimientos en dos aspectos que desde hace algún tiempo han tomado bastante relevancia en mi vida. Por un lado, quienes se hayan tomado el tiempo de leer cada rincón de este blog sabrán que me quiero dedicar a la ilustración infantil de por vida; pues bien, lo que les traigo el día de hoy algo tiene que ver con ello... Se trata de “Las CrónicasElefantiles” un proyecto original de Miguel Otálora (mi ex-profesor de animación y vídeo, y a quien le debo gran parte de mi amor hacia estos temas, aunque él no lo sepa), y consiste en una plataforma en la que los niños son los protagonistas, son “narradores, aventureros, cronistas, inventores de historias entre la realidad y la magia”.




En la plataforma hay secciones muy entretenidas. Las crónicas donde los niños cuentan anécdotas y nos explican sus teorías; la Elefantopedia donde ellos dan su propia versión de lo que significan algunas palabras; también hay una sección de instrucciones para cocinar; incluso hasta existe una serie donde cada capítulo nos cuenta una historia narrada directamente por su poseedor (un niño, claramente)





Cada sección está acompañada de ilustraciones, animaciones, juegos tipográficos, etc. Estos recursos gráficos y hasta la misma página son creados por Miguel y el resto de su equipo de trabajo (Emiliano Gonzáles, animador; Mauricio Vargas, animador; Paula Assadourian, animadora), quienes se encargan de transmitirnos a través de ellos, el sentimiento que la narrativa tiene ya impresa, con la intención de ofrecernos una historia rica en todos los aspectos.



Fotos tomadas de la página de Facebook

Ahora bien, para que entiendan un poco de qué va el segundo sector que me interesa, necesitan algo de contexto. Para uno de los últimos trabajos de este semestre, junto con un amigo de la universidad hicimos una investigación acerca de la problemática de la educación y los métodos de enseñanza, y bueno lo que encontramos no fue muy alentador. Encontramos problemas de estigmatización social hacia aquellos niños que no se comportan de acuerdo a lo establecido por la institución, falta de motivación para aprender, proliferación del sentimiento de fracaso gracias a la competencia que no teme a pasar por encima de los demás, incluso miedo entre un montón de cosas más… A grandes rasgos, infelicidad.

Es aquí donde entra la otra parte que me atañe, la felicidad. Yo soy de aquellas personas que cree que los niños pueden cambiar el mundo de verdad, pero definitivamente niños infelices no lo van a hacer, es por esto que considero que hay que actuar desde que empiezan a aprender de su entorno. Nuestra sociedad tiene que dejar de ver a los niños como contenedores que hay que llenar de conocimiento y que después miren qué hacen con eso, ¡todo lo contrario! A los niños hay que motivarlos a encontrar en sí mismos todo el saber que poseen, no contaminado por la academia, ni por órdenes sociales, ni ninguna clase de condicionamiento que de antemano predisponga ese saber. Por eso, este espacio que “Las Crónicas Elefantiles” propone me parece tan espectacular, porque en su contenido no hay intervención de los adultos, es material totalmente genuino y además su intención es justamente esa “(…) para que sus padres y profesores vuelvan a mirar a niños y niñas como portadores de conocimiento que quiere ser descubierto”.

En verdad, ustedes no saben las cosas tan maravillosas que se pueden encontrar en este espacio, los niños tienen una visión del mundo tan linda, tan sencilla y tan ocurrente que es difícil no sorprenderse ante lo que muchas veces es evidente pero simplemente pasamos por alto. Locochones de mi amor, por favor pásense por la plataforma, escudriñen cada rincón, compartan, recomienden, enamórense de ella y de esas cosas tan bonitas que los niños tienen que decir.