SE NOS FUE EL DEIVID



11 de enero de 2016
8:23 a.m.


Me desperté, vi a mi perro al lado, lo consentí por un rato y luego revisé mi celular. Whatsapp: nada, Instagram: nada, Facebook: nada… Hasta hacía 5 horas atrás.

Había un post que decía: “Muere David Bowie a los 69 años. El reconocido cantante falleció tras padecer un cáncer por 18 meses.” Me aseguré de que la fuente no fuera Actualidad Panamericana, o que no se tratara de una broma. Desafortunadamente El Espectador confirmaba la terrible noticia, David Bowie había muerto.

Rápidamente seguí revisando, encontré más fuentes, más noticias que seguían enunciando este terrible hecho… Lloré. De mis ojos unas cuantas lágrimas salieron y no dudé en colocar “without you I’m nothing”… Sí sí, no es una canción de David, pero su participación junto con Placebo hicieron que fuera una canción digna de escuchar en ese momento. Más lágrimas salían de mis ojos.

Me incorporé de la cama, y sequé mis lágrimas, prendí el computador y no dejé de escuchar cuanta canción de David Bowie se me cruzó. Le conté a mi tía y más tarde a mi mamá lo que había pasado, claro, no sin antes darles un poco de contexto; ambas dijeron “¡Ay qué pesar!” y siguieron con sus vidas. Yo me quedé sola con la tristeza.

Ayer no hice más que bombardear mi Facebook con cada nota, con cada canción, con cada dibujo, con cada comentario que se refería a la muerte de Bowie… Leí las cartas que Marilyn Manson y Brian Molko escribieron, terriblemente tristes, pero también muy sinceras. Ambas dejaban ver lo importante que él fue para ellos y cómo realmente los ayudó a crecer no solo en su carrera sino también como personas. No dejé de pensar, si eso hizo por ellos, ¡qué no habrá hecho por nosotros los simples mortales!

Creo que nunca me había tocado vivir la muerte de un ídolo tan ídolo, es decir, sí… A lo largo de mi vida han muerto artistas que he admirado y demás, pero nunca la de alguien que realmente fuera una influencia para mí. Es una pena que la gente muera, más cuando ha sido alguien que ha marcado un antes y un después, por eso creo que me fue tan impactante la noticia. Su muerte me tocó los nervios, pero afortunadamente aún nos queda su música.

Me gusta pensar que simplemente emigró de este planeta, que su trabajo aquí ya quedó hecho y volvió a esa lejana y espacial tierra a la que pertenece. Así que a David Bowie le deseo el mejor de los viajes y que desde allá arriba siga brillando como las más solemnes de las estrellas.

¡Adiós Mr. Starman!

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